miércoles, 31 de julio de 2013

ESTUDIO BIBLICO: EL AMOR DE DIOS


Lo declara la Biblia en Juan 3:16:

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

El escritor bíblico, no teniendo una palabra que expresara el inmenso amor de Dios hacia la humanidad, inspirado por el Espíritu Santo usa la frase "de tal manera", indicando así que no existe medida humana que pueda señalar el inmensurable amor de Dios por nosotros.

EL PLAN DE DIOS

Lo declara la Biblia en Juan 10:10b

(Cristo afima) "...yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia."

Esta declaración hecha por el mismo Jesucristo nos muestra que ÉL tiene un plan para que podamos vivir una vida plena y con propósito.

Es cierto que pudieramos cuestionar el por qué la mayoría de las personas no están experimentando esta "vida en abundancia". Pero vemos a continuación que la causa es por una segunda ley.
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SEGUNDA LEY

EL HOMBRE ES PECADOR Y ESTÁ SEPARADO DE DIOS; POR LO TANTO NO PUEDE EXPERIMENTAR NI CONOCER EL AMOR Y EL PLAN DE DIOS PARA SU VIDA

EL HOMBRE ES PECADOR

Lo declara la Biblia en Romanos 3:23:

"Por cuanto todos pecaron y están destituídos de la gloria de Dios."

La frase "la gloria de Dios", podría interpretarse como: La presencia de Dios.

El hombre fue creado para tener comunión con Dios, pero debido a su terca voluntad egoísta, escogió su propio camino y su relación con Dios se interrumpió. Esta voluntad egoísta caracterizada por una actitud de rebelión activa o de indiferencia pasiva, es evidencia de lo que la Biblia llama pecado.

EL HOMBRE ESTÁ SEPARADO DE DIOS

Lo declara la Biblia en Romanos 6:23:

"Porque la paga del pecado es muerte..."
(o sea separación espiritual de Dios.)

Dios es santo y el hombre pecador. Un gran abismo los separa. El hombre está tratando continuamente de alcanzar a Dios y la vida en abundancia, y cruzar este abismo de separación mediante sus propios esfuerzos: la religión; la moral; la filosofía; las buenas obras; etc.

Llegado este punto, con razón pudieramos pensar que entonces estamos irremediablemente perdidos; pero gracias a Dios por una tercera ley que nos da la única solución a este problema...
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TERCERA LEY

JESUCRISTO ES LA ÚNICA PROVISIÓN DE DIOS PARA EL PECADOR. SÓLO EN ÉL PUEDE USTED CONOCER Y EXPERIMENTAR EL AMOR Y EL PLAN DE DIOS PARA SU VIDA.

ÉL MURIÓ EN NUESTRO LUGAR

Lo declara la Biblia en Romanos 5:8:

"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros"

ÉL RESUCITÓ

Lo declara la Biblia en I de Corintios 15:3-6

"Cristo murió por nuestros pecados... fué sepultado, y... resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;... apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos..."

ES EL ÚNICO CAMINO

Lo declara la Biblia en Juan 14:6:

"Jesús le dijo: Yo soy el camino , la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."

Dios ha cruzado el abismo que nos separa de Él al enviar a su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz en nuestro lugar.

Por eso Juan el Bautista dijo:
"He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo."

Pero no es suficiente conocer estas tres leyes y aún aceptarlas intelectualmente. Vayamos a la cuarta ley...
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CUARTA LEY

DEBEMOS INDIVIDUALMENTE RECIBIR A CRISTO COMO SEÑOR Y SALVADOR PARA PODER CONOCER Y EXPERIMENTAR EL AMOR Y EL PLAN DE DIOS PARA NUESTRAS VIDAS

DEBEMOS RECIBIR A CRISTO

Lo declara la Biblia en Juan 1:12:

"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dió potestad de ser hechos hijos de Dios."

RECIBIMOS A CRISTO MEDIANTE LA FE

Lo declara la Biblia en Efesios 2:8-9:

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe."

Esta declaración bíblica nos deja claro que ninguna cosa que hagamos, por muy meritoria que sea, nos conseguirá la salvación. Sólo la aceptación de que Cristo pagó por nosotros el precio de nuestro pecado con su sacrificio, y recibirlo como nuestro salvador personal, nos puede hacer miembro de la familia de Dios y partícipes de una vida abundante y con propósito.

RECIBIMOS A CRISTO POR MEDIO DE UNA INVITACION PERSONAL:

(Cristo dice) "He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él..." (Apocalipsis 3:20)

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